Nos hemos acostumbrado tanto a comprar casi cualquier fruta o verdura durante todo el año, que no nos cuestionamos nada sobre si es el momento o no de comer ese alimento o de dónde viene, etc.
Pero cada fruta y cada verdura tiene su tiempo dentro del calendario, ese momento en el que la naturaleza le ofrece las condiciones necesarias para madurar de forma natural y, de esta manera, se encuentra en su mejor momento nutricional, y ofreciendo su mejor textura, olor y sabor.

Hay múltiples estudios científicos que reflejan una pérdida de nutrientes en las últimas décadas para la mayoría de alimentos analizados: menos vitamina C, riboflavina, potasio, calcio o hierro.
Además, los productos de temporada suelen ser más económicos, la razón es bien sencilla, hay más alimento disponible en ese momento en el mercado y se abaratan para evitar que si pierdan y dar salida a la producción, pues bajan el precio. ¡Tienes que aprovechar esta oportunidad!

El impacto que tiene el consumo de alimentos de temporada en el medio ambiente es mucho menor. Es la opción más ecológica y sostenible, junto con los productos de proximidad (los que cultivan cerca de tu casa o provincia). Los de proximidad no necesitan recorrer grandes distancias, estos alimentos ahorran energía durante su transporte y lanzan menos gases contaminantes.
Recuerda también que de temporada no es lo mismo que ecológico. Ecológico significa que no ha sido producido con fertilizantes artificiales.
Recuerda que cuanto más natural sea el alimento y más fresco, más cuidamos nuestro planeta.

Recuerda que cuanto más natural sea el alimento y más fresco, más cuidamos nuestro planeta.
De nada sirve comer hamburguesas vegetarianas si también son un producto que compras procesado (ya que generan mayor huella de carbono y, por tanto, favorecen el cambio climático).


