
Las fresas son varias especies de plantas rastreras del género Fragaria, nombre que se relaciona con la «fragancia» que posee (en latín, fraga). Sin duda son de las frutas más exquisitas, poderosas y seductoras.
Sus abundantes propiedades medicinales y beneficios para el cuerpo humano las hacen aún más atractivas en la cocina actual, por lo que aquí repasamos sus propiedades nutricionales.
Composición
En su composición encontramos mayoritariamente agua, seguida de hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol) y fibra. No contiene colesterol. Al ser una fruta muy poco energética son ideales para mantener un peso adecuado.


Entre las vitaminas que contienen las fresas la más abundante es la vitamina C (más incluso que las naranjas), por lo que favorece la absorción del hierro de los alimentos, pero también son ricas en ácido fólico, vitamina E y betacarotenos.
El color de la fresa es debido a unos pigmentos vegetales (flavonoides) conocidos como antocianinas. Éstas actúan como potentes antioxidantes, lo que refuerza el papel antioxidante de las vitaminas.
Contiene ácido elágico, una sustancia que ejerce una función antitumoral y una importante actividad antibacteriana y antivírica.
Debido a su elevado contenido de potasio y bajo en sodio, facilitan la diuresis (orinar) y resultan beneficiosas en casos de hipertensión arterial, retención de líquidos, hiperuricemia o gota.
No obstante, su consumo deberán tenerlo en cuenta las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas especiales controladas de sal (como las personas con cálculos renales de oxalato que deberían evitar su consumo).
Sin embargo, a quienes toman diuréticos que eliminan potasio y a las personas con bulimia; debido a los episodios de vómitos autoinducidos que provocan grandes pérdidas de este mineral, les conviene el consumo de estas frutas.
Además del potasio también es fuente de hierro, yodo, seguidos del calcio, fósforo, magnesio.
Una taza de fresas contiene el 21% de la dosis diaria recomendada de manganeso, un nutriente esencial que actúa como un poderoso agente antioxidante y anti-inflamatorio.

Contiene pigmentos como la luteína y la zeaxantina, importantes para la salud ocular, que resultan beneficiosos en casos de degeneración macular asociada a la edad.

Favorecen la salud bucodental ya que su contenido en xilitol ayuda a combatir la placa dental, e inhibe la desmineralización que se produce por la disminución del PH de la boca y que tiene como consecuencia el desgaste del esmalte dental.

Como las fresas son ricas en fibra, mejoran el tránsito intestinal, lo que ayuda a la prevención de algunos tipos de cáncer como el de colon. La fibra «atrapa» elementos como el colesterol que son excretados junto con las heces, lo que beneficia a las personas con hipercolesterolemia o litiasis biliar (piedras en la vesícula biliar).
PRECAUCIÓN
Los salicilatos que contienen las fresas podrían provocar urticaria en personas con alergia a la aspirina.
Litiasis renal por cálculos de oxalato cálcico. Aunque las fresas por lo general se consideren beneficiosas en casos de litiasis renal, se desaconseja su consumo en el caso que los cálculos renales sean de oxalato cálcico, pues las fresas y fresones constituyen una fuente de oxalato. Casos de insuficiencia renal o con necesidad de realizar dietas controladas en potasio. Las fresas son una fuente de este mineral y, por tanto, su consumo se debe controlar para no excederse en la ingesta de potasio.
Propiedades de las fresas


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Bibliografía
Lupiañez-Barbero, A., Blanco, C. G., & de Leiva Hidalgo, A. (2018). Tablas y bases de datos de composición de alimentos españolas: necesidad de un referente para los profesionales de la salud. Endocrinología, Diabetes y Nutrición, 65(6), 361-373.
Moreiras, O., Carbajal, A., Cabrera, L., & Cuadrado, C. (2013). Tablas de composición de alimentos, 16 edición, edit. Pirámide, España.