Enfermedad hepática grasa no alcohólica

La enfermedad hepática grasa no alcohólica (EGHNA) es un síndrome caracterizado por la presencia de depósitos de grasa en el hígado en pacientes sin consumo de alcohol y en ausencia de otras causas de enfermedad hepática.

Es una enfermedad muy frecuente, afectando entre el 20-30% de la población en los países desarrollados como el nuestro. Se trata de la enfermedad hepática mes frecuente por encima de la producida por el consumo de alcohol y de las hepatitis crónicas.

En España, el hígado graso no alcohólico ya es la principal causa de cirrosis, por encima incluso del consumo de alcohol. Y, además, cada vez se encuentra enfermedad hepática en grupos de población más jóvenes. Lo que hace que ya sea un problema de salud pública de primer nivel.

¿Cuál es su causa?

El mecanismo fundamental parece ser un defecto en la acción de la insulina sobre el
metabolismo de las grasas (“resistencia a la insulina”), por lo que estas se acumulan en exceso
en el hígado.

Es más frecuente, incluso superior al 70% entre los sujetos con obesidad o diabetes tipo 2, síndrome metabólico, hiperglucemia, aunque también hipertensión arterial (HTA), aumento de los triglicéridos, disminución del colesterol de lipoproteínas de alta densidad, síndrome de ovario poliquístico, diabetes mellitus tipo 1, hipotiroidismo primario, y en algunos casos alteraciones genéticas.

La EHGNA puede ser también “secundaria” a otras situaciones: pérdida rápida de peso,
administración de algunos medicamentos (corticoides, hormonas, antiarrítmicos, isoniazida,
antivirales, etc.), cirugía del intestino, nutrición por vena, algunas enfermedades hereditarias
raras, etc.

Es una enfermedad muy dependiente de los hábitos y estilo de vida.

Son factores de riesgo el consumo de:

-Alimentación rica en calorías.

-Exceso de grasas (saturadas).

Carbohidratos refinados.

-Bebidas edulcoradas con azúcar.

-Elevado consumo de fructosa.

¿Qué tipos existen de hígado graso?

En la imagen observamos que, en comparación con un hígado sano (izquierda), un hígado graso (derecha), aparece más grande y decolorado. Las muestras de tejido revelan depósitos de grasa en la enfermedad hepática grasa no alcohólica, mientras que se observan inflamación y cicatrices (fibrosis) en la esteatohepatitis no alcohólica.

El estadio inicial o lesión de tipo 1 o “esteatosis simple” se refiere al acúmulo simple de la grasa en el hígado. Pero posteriormente la grasa acumulada en el hígado es la que provoca una serie de “reacciones de oxidación”, cuya consecuencia final es la aparición de inflamación y cicatrices o fibrosis (lesión de tipo 2 o “esteatohepatitis”). Si no se controla, tiene el potencial de progresar. si las cicatrices ocupan la mayor parte del hígado, es cuando el enfermo tiene la lesión más grave, la tipo 3 o “cirrosis”.

La EHGNA puede ser también “secundaria” a otras situaciones: pérdida rápida de peso,
administración de algunos medicamentos (corticoides, hormonas, antiarrítmicos, isoniazida,
antivirales, etc.), cirugía del intestino, nutrición por vena, algunas enfermedades hereditarias
raras, etc.

¿Qué síntomas produce?

Habitualmente la enfermedad hepática por depósito de grasa no suele provocar síntomas. Algunos enfermos, sin embargo, notan cansancio, malestar general o dolor en la parte derecha y superior del abdomen o ictericia leve.

¿Cómo se diagnostica?

Habitualmente sospechamos la enfermedad en pacientes que presentan una elevación moderada de las transaminasas cuando se les practica una analítica de rutina y se observa alteración de los parámetros hepáticos, o bien, por la presencia de signos de esteatosis en una ecografía abdominal, cuando se realiza por estudio de molestias abdominales inespecíficas o como un hallazgo casual.

La biopsia queda reservada si se sospecha que la enfermedad puede ser evolucionada y nos puede ayudar a hacer el pronóstico y tomar decisiones terapéuticas.

Calculadora índice fibrosis de enfermedad hepática grasa no alcohólica

Este cálculo es un método no invasivo para predecir con la presencia de fibrosis hepática:

¿Cuál es su pronóstico?

En pacientes con esteatosis simple, la enfermedad hepática suele tener un curso benigno. aunque se ha documentado el desarrollo de cirrosis en un porcentaje muy bajo de pacientes.

En los que hay inflamación y/o fibrosis, la extensión de la misma nos determinará determina su evolución. Pudiendo evolucionar a fibrosis avanzada, cirrosis hepática y cáncer hepático con una mortalidad estimada de 10-12% a los 10-15 años del diagnóstico.

En USA ya es la segunda causa de trasplante hepático y en los próximos 10 años se prevé que sea la primera causa.

La principal causa de muerte en pacientes con EHGNA es la enfermedad coronaria, presentan un aumento de 2 veces el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular en relación con la población general, esto es porque además se asocia con sobrepeso, obesidad, diabetes, síndrome metabólico y/o hipertensión arterial. Otras causas de muerte son las neoplasias extrahepáticas y la asociada a cirrosis.

¿Cuál es su tratamiento?

Actualmente no disponemos de un tratamiento farmacológico específico para esta enfermedad hepática, pero está bien demostrado que la EHGNA requiere modificaciones del estilo de vida. El objetivo principal del tratamiento es controlar los diversos factores de riesgo.

Según los resultados de un reciente estudio publicado en la revista científica Clinical Gastroenterology and Hepatology, las personas con obesidad o diabetes que consumen el 20% o más de sus calorías diarias en comida rápida presentan niveles muy elevados de grasa en el hígado en comparación con quienes consumen menos cantidad o nada de fast food. La población general también presenta aumentos de grasa en el hígado cuando basa una quinta parte o más de su dieta en aquel tipo de alimentos, aunque en este caso el incremento es más moderado.

La pérdida de peso, sea por dieta hipocalórica sola o en conjunto con una mayor actividad física, disminuye el riesgo cardiovascular y de diabetes mellitus, y puede hacer retroceder la en­fermedad hepática.

Reducciones de peso en torno al 10% pueden inducir la resolución de la enfermedad y la mejora de la fibrosis en al menos una etapa.

Reducciones de peso en torno al 10% pueden inducir la resolución de la enfermedad y la mejora de la fibrosis en al menos una etapa. La pérdida de peso moderada (> 5%) también produce importantes beneficios.

La dieta mediterránea, con una toma reducida de carbohidratos refinados y una mayor ingesta de ácidos grasos monoinsaturados y omega-3, puede disminuir la grasa del hígado incluso sin perder peso y es el patrón dietético más recomendado para la EHGNA.

La restricción del consumo energético debe ser de 500-1.000 kcal, con exclusión de los componentes alimentarios que fomentan la esteatosis. Se aconseja eliminar los alimentos procesados y las bebidas y alimentos industriales que contengan fructosa.

Se recomienda mantener el consumo habitual de café (con o sin cafeína) ya que se ha asociado con la mejora histológica del daño hepático también por otras causas y con la reducción del riesgo de cáncer hepático.

Sobre el consumo de alcohol se recomienda mantener estrictamente el alcohol por debajo del umbral de riesgo (20 unidades estándar/semana en hombres, 14 unidades estándar/semana en mujeres), y la abstinencia absoluta de bebidas alcohólicas si ya hay inflamación o cirrosis (fibrosis).

La actividad física tiene un efecto beneficioso sobre la grasa hepática ya que mejora la resistencia a la insulina, incluso aunque no se asocie a una pérdida de peso. Se recomiendan ejercicios de fuerza de moderada/alta intensidad durante 30-60 minutos, 3-4 veces por semana y ejercicio aeróbico (andar, correr, nadar, etc.) durante 150-200 minutos semanales.

Ejercicio Físico

En algunos casos puede estar indicada la cirugía bariátrica en pacientes con obesidad mórbida y enfermedad hepática grasa no alcohólica.

El tratamiento con fármacos está restringido a los pacientes con EHNA y fibrosis significativa, pero hay muchos en estudio actualmente.

Las modificaciones en la dieta y el estilo de vida son el pilar de tratamiento fundamental de esta enfermedad.

CONCLUSIONES


 La EHGNA es una enfermedad causada por una alimentación poco saludable que se
ha convertido en la causa principal de las enfermedades hepáticas.
 En estos momentos el tratamiento dietético es la principal herramienta terapéutica.
 Teniendo en cuenta que los pacientes con EHGNA tienen en su mayoría sobrepeso /
obesidad, es obligado una restricción calórica de al menos 500 kcal día, para alcanzar
una pérdida de peso de al menos un 5% del peso inicial.
 Se debe aconsejar un plan dietético en el marco de Dieta Mediterránea, acompañado
de ejercicio físico regular.

FIB4 Score (rccc.eu)

Bibliografía

AMF 2020;16(2):64-69 | ISSN (Papel):1699-9029 | ISSN (Internet):1885-2521

Documento de consenso. Manejo de la enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA). Guía de práctica clínica. http://aeeh.es/wp-content/uploads/2018/04/GPC-NAFLD-AEEH.pdf

Adams, L.A.; Anstee, Q.M.; Tilg, H.; Targher, G. “Non-alcoholic fatty liver disease and its relationship
with cardiovascular disease and other extrahepatic diseases”. Gut 2017; 66(6): 1138-53.

Kardashian A, Dodge JL, Terrault NA. Quantifying the Negative Impact of Fast-food Consumption on Liver Steatosis Among United States Adults with Diabetes and Obesity. Clin Gastroenterol Hepatol. 2023 Jan 10:S1542-3565(22)01137-5. doi: 10.1016/j.cgh.2022.11.040. Epub ahead of print. PMID: 36638832.

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Pedro J. Martín Pérez

Dr. Pedro Martín Pérez, Médico de Familia y Comunitaria

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